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Antiyrigoyenista y encandilado por el fascismo: apuntes del Perón del ’43
La historiadora María Sáenz Quesada presentó “1943", un libro
que retrata la asunción de la figura de Juan Domingo Perón tras el golpe
militar.
En 1943, María Sáenz Quesada describe el mapa de la
Argentina previa al surgimiento del peronismo a través de elementos políticos,
económicos y culturales de la época. El ensayo detalla en minucia los acontecimientos del primer
año del gobierno militar tras el golpe de 1943.
Doce meses cruciales en los que
Juan Domingo Perón quedó al frente de la vicepresidencia, el Ministerio de
Guerra y la Secretaría de Trabajo y Previsión. “El cargo de vice lo consagró como el hombre que manejó los
hilos para ir sacándose de encima a sus rivales y conquistando nuevos apoyos”,
afirmó Sáenz Quesada. Bajo su perspectiva, el golpe fue “una comedia de enredos
aunque hubo muchos muertos por aquel incidente frente a la Escuela de Mecánica
de la Armada”. “Nadie sabía muy bien de qué se trataba.
El general Rawson,
convocado por un grupo que pertenecía al GOU, era aliadófilo y duró 48 horas
porque rápidamente y el GOU tomó las riendas”, ilustró. Al mismo tiempo, Sáenz Quesada remarcó que la Argentina
atravesaba una profunda crisis política que abonó la toma de poder por parte de
los militares. “En septiembre del 43 se renovaba la presidencia de la
Nación pero el gobierno conservador de Castillo estaba empeñado en mantener el
sistema de fraude en las provincias clave. No cedía en nada y creía tenía a los
militares en el bolsillo”, aseguró. La historiadora catalogó al Grupo de Oficiales Unidos (GOU),
la logia que integraba Perón y que propició el golpe militar, como una
organización “que creía que los militares iban a salvar a la nación, que estaba
en peligro”. “Otro elemento determinante en el golpe fue el temor al
comunismo. La idea de que los militares deben ocuparse de la Nación y son los
que realmente conocen al pueblo”, acotó. A través de su nuevo ensayo, la entrevistada intenta pintar
una imagen del Perón previo al ’43 mediante cartas que el militar escribía por
aquel entonces. En ese intercambio epistolar que mantenía con familiares y
amigos, Sáenz Quesada halló a un joven oficial del Ejército que fue golpista en
el ’30, profundamente antiyrigoyenista y cercano a Agustín P. Justo. “Durante la década del 30, se desempeñó como un oficial
justista y fue un promotor entusiasta. Eso le permite ser designado en un
puesto en Chile y más tarde en Roma. Ese viaje le cambia las ideas. La Italia
fachista lo impresiona mucho. Quedó deslumbrado por el fascismo. A partir de
allí, estuvo más vinculado al nacionalismo”, contó. Más allá del incipiente nacimiento del peronismo, en 1943 la
autora retrata el momento económico, cultural y social que atravesaba aquella
Argentina de mediados de siglo. “Era una sociedad muy pujante que estaba realizando grandes
cambios. La clase media accedía a nuevos espacios. El libro argentino vivía sus
años dorados, con una enorme producción y muy variada. Y el cine nacional
atravesaba un momento de gloria. La industria cultural era muy importante”,
destacó. Asimismo, Sáenz Quesada reveló que el dólar cotizaba a
cuatro pesos; “la producción de las fábricas argentinas a pleno y las
exportaciones industriales superaban a las agropecuarias”. Sin embargo, a partir del golpe del ’43, se impone una
Argentina “nacionalista y autárquica” y nace el lema de “vivir con lo nuestro”,
según la ensayista. Por otra parte, la analista histórica opinó acerca de las
controversiales declaraciones de Horacio González, quien pidió reivindicar el
accionar de las organizaciones guerrilleras durante la década del 70. “González apunta a que haya una sola historia oficial. Esto
es sumamente peligroso porque incluso se aplica a temas como el número de
desaparecidos que no puede ser cuestionado por ley. Es antiintelectual porque
un intelectual siempre busca la verdad y él habla de una reescritura completa”,
concluyó Sáenz.Quesada.
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