La científica Sandra Pitta, investigadora del Conicet, se refirió a la repercusión de la carta que critica la gestión de la cuarentena por parte del Gobierno y habla de una "infectadura" en el país, misiva que ella impulsó y que recibió el aval de unos 300 científicos, intelectuales y periodistas.
"Muchos de mis colegas no se animaron
a firmar porque ya vieron lo q me pasó a mí: descalificación, burla, bullying
en las redes. No es fácil soportar todo eso. Se suma el peligro de perder el
trabajo", escribió la farmacéutica y biotecnóloga en Twitter.
Sobre su experiencia personal como crítica
del gobierno de Alberto Fernández y los insultos que recibe al respecto en las
redes sociales, contó: "Empiezan a buscar los antecedentes en las redes,
personas que no entendían nada de biotecnología bajaban mis trabajos para poder
defenestrarlos, tildan de mediocre. Y eso es solo el principio".
"No se puede vivir en un país donde
disentir se transforme en un acto heroico. Eso no es normal. Eso es propio de
autoritarismos", agregó Pitta.
"Supongamos que todos los que disentimos somos "profesionales mediocres": ¿eso inhabilita la opinión? ¿Quieren voto calificado? Jamás pediría que echen de Conicet a un científico q no estuviera de acuerdo conmigo. Jamás. Eso es lo que nos diferencia", termina su mensaje en Twitter, tras la oleada de críticas desde el oficialismo hacia la carta.
Qué
dice la carta "infectadura"
"Si bien ningún país estaba preparado
para esto [la pandemia], la primera reacción del Estado argentino fue negar la
existencia del problema, a pesar de las advertencias desde un sector
independiente de la comunidad científica y de la política", dice la carta,
titulada "La democracia está en peligro".
"En nombre de la salud pública, una
versión aggiornada de la 'seguridad nacional', el gobierno encontró en la
'infectadura' un eficaz relato legitimado en expertos, seguramente
acostumbrados a lidiar con situaciones de laboratorio y ratones de experimentación,
pero ignorantes de las consecuencias sociales de sus decisiones ", dice el
texto. " La democracia está en peligro. Posiblemente como no lo estuvo
desde 1983. El equilibrio entre los poderes ha sido desmantelado. El Congreso
funciona discontinuado y la Justicia ha decidido una insólita extensión de la
feria, autoexcluyéndose de la coyuntura que vive el país", alerta.
La carta generó un fuerte rechazo en el
Gobierno. "Apuntamos al único remedio conocido contra el coronavirus que
es cuidarse y cuidar a los propios, quedarse en casa y aislarse. Se le falta el
respeto a una sociedad que está asustada, que no se quiere enfermar, no quiere
que se le muera un familiar ", dijo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero,
en declaraciones radiales.
"Nosotros no somos fanáticos de la
cuarentena, somos anti-muerte, no queremos que la gente se enferme o
padezca" , agregó y cuestionó veladamaente a Pitta: "[La carta] es de
alguien que escribe una editorial en una notebook y no tiene que ver con lo que
pasa en los barrios populares o con la tarea de los médicos y enfermeros que
ponen el cuerpo. Son algunos que quieren hacerle un daño al Gobierno, pero en
realidad lo que hacen es hacerle un daño a la sociedad".
En tanto, el ministro de Salud de la
Nación, Ginés Gonzalez García, indicó: "Todos valoramos la libertad, pero
estamos haciendo las cosas por el bien común: tratar de que la gente no se
enferme y que no enferme a más gente ". "La derecha del mundo se
ampara en los derechos individuales. Nosotros los respetamos, pero tenemos la
obligación de defender los derechos colectivos", añadió.
La carta lleva la firma de los ensayistas
Santiago Kovadloff, Juan José Sebreli; del actor Luis Brandoni , del escritor
Federico Andahazzi, del abogado constitucionalista Daniel Sabsay y del
exministro de Cultura de la ciudad, Darío Lopérfido, entre otros referentes
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