Homenaje
A 44 años del asesinato de Sergio Karakachoff
Aquellos que lo escucharon dicen que nunca descuidaba una tribuna para poder hacer llegar sus ideales a los jóvenes militantes de los rebeldes 60 y 70, muchos de los cuales recuerdan su aporte aquella plataforma electoral del Movimiento de Renovación y Cambio, del quien era fundador, la cual hablaba de liberación nacional, emancipación económica, revolución política, actitud humanista, Estado representativo y participativo, cambio social y desarrollo integral, antiimperialismo y lucha anti oligopólica.
Ingresó con
tan solo 14 años a la UCR, fundó a fines de los ‘50 la Federación de
Estudiantes Secundarios y luego, como estudiante, participó de la fundación de
Franja Morada, la agrupación radical universitaria que se formó en los ‘60 con
el objetivo de ganar la FUA. Acompañó la conformación del Movimiento de
Renovación y Cambio, la línea partidaria con la que Raúl Alfonsín intentó
disputarle la conducción del radicalismo a Ricardo Balbín.-
Como
periodista integró las redacciones de “El Sureño” de Bahía Blanca, Correo de la
Tarde y en su diario La Calle. “Esa
clase ociosa, con sus tentáculos en la cultura prestada, se sabe foránea en su
propia patria, y por eso mató (y mata) a sus compatriotas, por eso odia; su
único objetivo es mantener su status quo a costa del hambruna y explotación de
toda la población y de futuras generaciones, y en favor de la ambición de
grupos minúsculos que entregan la soberanía Argentina como una simple mercancía
a intereses especulativos internacionales”. Expresaba Sergio en unas de sus
publicaciones.
Como abogado,
Karakachoff fue un férreo protector de los derechos de los trabajadores y un
tenaz defensor de los DDHH, los cuales defendió presentando innumerables habeas
corpus durante la última dictadura. Seria por su pasión militante, por su
acción transformadora o por su defensa en los DDHH, o tal vez la fusión de esas
cualidades que se unían en su persona, que llevaron a que un grupo de tareas de
la fascista CNU lo secuestrara junto con su amigo Domingo Terrugi, y los
asesinaran, en el camino entre las localidades de La Plata y Magdalena el 10 de
setiembre del 1976.-
Podrán haber
esparcido su sangre en la tierra, pero no pudieron impedir que aquellos jóvenes
que tuvieron el honor de escuchar a Karacachoff y el poder de su retórica
combativa, hicieran de sus ideales una antorcha que se mantiene encendida hasta
nuestros días y que mantiene vivo el ideario del reformismo radical.
En uno de sus
discursos, durante su militancia social por la dignidad del hombre, expresó
evocando a Pablo Neruda: “Podrán cortar todas las flores, pero no detendrán la
primavera”.
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