¿Estamos frente a una carrera armamentista sin límites?

 Provocada (aprovechada) en gran medida por el conflicto entre Rusia y Ucrania ha surgido una nueva carrera armamentista en muchas partes del mundo con finales imprevisibles, ya que el conflicto ha quedado enmarcado en una confrontación entre dos sistemas políticos: democracia liberal versus autocracias dictatoriales, un conflicto que curiosamente dio nacimiento a la OTAN (NATO) después de la segunda guerra mundial y a las propias Naciones Unidas




La supervivencia de estas dos organizaciones está en peligro. Como sucede siempre en este tipo de escalada los pasos se van dando lentamente en forma aislada. En Washington, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció el 1 de abril que aprobó una posible venta de hasta ocho aviones de combate F-16 y equipos relacionados a Bulgaria en un acuerdo valorado en US$ 1670 millones. El contratista principal será Lockheed Martin, según el Pentágono. Reuters informó que el avión no estaría listo para su entrega hasta dentro de tres o cuatro años.

Lockheed Martin también es el postor preferido de Canadá para suministrar 88 nuevos aviones de combate. Canadá ha intentado sin éxito durante más de una década reemplazar a sus antiguos cazas F-18. En 2010, la anterior administración conservadora dijo que compraría 65 aviones F-35, pero luego descartó la decisión, lo que provocó años de demoras y revisiones, según Reuters. El contrato podría tener un valor de hasta 15.000 millones de dólares. 

Estados Unidos probó su misil hipersónico el mes pasado y ya está colaborando en el arma con Australia . Los dos países están afiliados al Reino Unido a través del pacto de seguridad AUKUS. El Reino Unido acordó trabajar con Estados Unidos y Australia en el desarrollo de armas hipersónicas con capacidad nuclear, luego de que Rusia utilizara los misiles hipersónicos Kinzhal en ataques aéreos el mes pasado en su operación militar especial en Ucrania, según el periódico The Guardian. 

Alemania y otros países europeos anunciaron aumento del gasto en defensa. Estonia ha aprobado un aumento del gasto en defensa de 523 millones de dólares, la mayor parte de los cuales son para sistemas de defensa aérea de corto y medio alcance, que pretende adquirir a más tardar en 2025, según Defense News en EE. UU. 

La Fuerza Aérea de Finlandia reemplazará sus 57 cazas de primera línea F-18 Hornet con los aviones de combate F-35. Planea eliminar todos los Hornets existentes para 2030 y espera recibir los primeros aviones F-35 en 2026, según Defense News. 

Los gobiernos europeos han dicho que pondrían a disposición miles de millones de euros en gastos de defensa adicionales después de que Rusia comenzara su operación militar "especial" en Ucrania pero ninguno de los gastos mencionados tendrá impacto presente en la defensa de Ucrania. 

Alemania ha anunciado un gasto adicional de US$ 110.000 millones en armas durante cinco a 10 años, y el Parlamento italiano respaldó una votación para aumentar su gasto en defensa al 2 por ciento de su producto interno bruto, informó Defense News. 

La Unión Europea aprobó su documento Strategic Compass, que exige una nueva fuerza de reacción rápida de 5.000 efectivos y más incentivos para que los estados miembros participen en el desarrollo de maniobras conjuntas. 

La participación de Europa en el comercio mundial de armas ya aumentó del 10 al 13 por ciento en los últimos cinco años, y se incrementara sustancialmente.

Durante el NATO Summit del 2014, los miembros de la organización acordaron invertir por lo menos un 2% de su GDP en defensa para el año 2025. 

Los países con el más alto gasto en defensa son: Estados Unidos con US$ 811.000 millones, un total mayor que el de UK, Alemania, Francia, Italia, Canadá, España, Holanda, Polonia y Turquía, miembros de OTAN, combinados. ¿Es demasiado? Frente a la amenaza de una Rusia que reclama su "gloria" imperial a futuro, sin importar las consecuencias, ¿queda otra alternativa?


CARLOS ALFARO

Abogado y asesor de empresas radicado en Nueva York especializado en las relaciones entre EEUU y China y su impacto en Argentina y otros países en desarrollo


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